Como
todos, he seguido atentamente las noticias relacionadas con los casos Penta,
SQM, Caval y la discusión que se da en el país sobre nuestra política, el
dinero y la probidad.
Con
los antecedentes que se van conociendo la ciudadanía se está formando una
opinión cada vez más crítica de la política y sus actores.
Es
lo que demuestran las encuestas, que golpean a todos por igual con caídas
abruptas de apoyo y credibilidad.
Desconocer
que atravesamos una situación muy compleja desde el punto de vista de la
confianza sería poco realista.
Y
no es solo el gobierno, es el sistema institucional completo el que está
cuestionado.
Al
respecto quiero hacer dos comentarios.
El
primero es que la confianza de la gente se podrá recuperar de dos formas: con
medidas serias para regular la relación entre la política y el dinero, sin
acuerdos por debajo de la mesa; y con trabajo redoblado para cumplir con los
compromisos del gobierno.
El
segundo es que una Constitución verdaderamente democrática es fundamental para
definir un nuevo y amplio pacto social sobre nuestra convivencia y nuestra
arquitectura institucional.
Dicho
esto quiero agregar que las complejidades del presente no han detenido para
nada la marcha del gobierno y prueba de ello es que en el primer año de gestión
son muchos los avances y logros.
Tenemos
la ley de inclusión escolar, la reforma tributaria, la ley de trabajadoras de
casa particular, el fin del binominal, el Ministerio de la Mujer, el bono marzo
permanente, la titularidad docente, la eliminación del embarazo como
preexistencia en las Isapres.
En
el caso de Magallanes los comprom
Ella
ha venido dos veces a la región. Contamos con el decreto del Plan de Zonas
Extremas y se avanza en sus distintos proyectos.
La
tarifa del gas no subirá más allá del IPC. Cumplimos en un cien por ciento con
el gasto público y este año tenemos más recursos que nunca para invertir en
obras públicas, en salud y en vivienda.
Estas
son hechos y la muestra de una gestión mucho más amplia orientada a lograr la
equidad y el bienestar para todos los chilenos.
Es
la manera de devolver el prestigio a la política y la confianza de la
ciudadanía: con trabajo y respetando los compromisos asumidos.
El
gobierno va a perseverar en esta línea, sin dejar de escuchar a la gente y
enfrentando las críticas con trabajo y con la verdad.
Yo
le creo a la Presidenta Michelle Bachelet y apoyo su programa de gobierno.
La necesidad de transformaciones profundas que
frenen los abusos y la injusticia es hoy mucho más real que antes.
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