Estimadas
y estimados auditores de radio Polar, muy buenas tardes.
La
Ministra del Trabajo y Previsión Social ha dicho esta semana que la agenda
laboral que impulsa el gobierno tiene rostro de mujer.
Coincido plenamente con la ministra Javiera Blanco porque entre las grandes oportunidades que se abren con este proyecto de ley hay un espacio preferente para las mujeres trabajadoras.
En efecto, la agenda laboral que acaba de ingresar al Congreso garantiza, por primera vez en nuestra historia, que al menos una mujer trabajadora deberá integrar activamente la comisión laboral durante el proceso de negociación colectiva de una empresa.
De esta forma las mujeres tendrán representación efectiva en una negociación colectiva con la oportunidad de priorizar sus demandas.
Ellas son cada vez más importantes en la fuerza laboral y es de toda justicia que cuando buscamos nuevas formas de relación entre trabajadores y empleadores consideremos especialmente la mirada de la mujer trabajadora, muchas veces madre y jefa de hogar al mismo tiempo.
Un
dato importante a considerar: el 2005 la participación femenina en los
sindicatos a nivel nacional era de un 9 por ciento, y en la actualidad ya llega
al 13 por ciento, según cifras del Ministerio del Trabajo.
Otro
dato no menor: por primera vez en nuestra historia la Central Unitaria de
Trabajadores, principal organización sindical del país, está bajo la conducción
de una mujer.
Lo mismo ocurre en Magallanes donde varias organizaciones son presididas por mujeres.
Tenemos
entonces a muchas mujeres que se han ido tomando los espacios de las
dirigencias porque a ellas les interesa favorecer las relaciones entre trabajadores
y empleadores y también el equilibrio que debe haber entre la familia y el trabajo.
Estamos ante una agenda que transformará las relaciones laborales para dar más equidad y a la vez fomentar la productividad y el crecimiento.
Destaco
tres pilares fundamentales de esta transformación:
La
titularidad sindical que implica que los beneficios alcanzados en una
negociación colectiva serán para los miembros del sindicato, y si hay acuerdo
con entre sindicato y empleador alcanzarán a los demás trabajadores no
afiliados.
El piso mínimo de la negociación, que quiere decir que
en el caso de existir un contrato colectivo vigente, los beneficios allí
establecidos son el piso a partir del cual se negociará un nuevo instrumento
colectivo.
Fin al reemplazo de
trabajadores en huelga, medida que contribuye a equilibrar efectivamente las
posiciones negociadoras entre ambas partes.
La agenda laboral es más amplia. También se expresa en
iniciativas
que ya está implementando el Ministerio del Trabajo como el Programa
Más Capaz de formación en oficios para 300.000 mujeres y 150.000 jóvenes.
El
fortalecimiento
de la Dirección del Trabajo, la modernización del sistema de seguridad y salud
laboral, el perfeccionamiento del seguro de cesantía, la eliminación
del multirut, y las medidas tendientes a crear más empleo, sumando
especialmente a mujeres y jóvenes a la fuerza laboral.
No puedo dejar de mencionar la mesa del sector público, conformada por el
gobierno y los representantes de los funcionarios con el objetivo de
estudiar formas eficaces de negociación colectiva en el sector estatal.
Es así como avanzamos en más igualdad y justicia en el
mundo del trabajo.
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