El
gobierno de la presidenta Michelle Bachelet tiene entre sus objetivos formular
una nueva política para la infancia y la adolescencia.
En
sintonía con los cambios que queremos llevar a cabo en nuestro sistema
educacional, el bienestar de los niños, niñas y jóvenes de nuestro país es una
prioridad.
Lo
fue antes en el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, cuando se
impulsó de manera decidida la educación preescolar y se creó el sistema de
protección “Chile crece contigo”, y lo es ahora cuando el desafío es superar la
inequidad emparejando la cancha desde la primera infancia.
Por
eso queremos transitar desde una lógica de focalización en sectores vulnerables
a una en que el Estado garantice el ejercicio de los derechos de todos los
niños y adolescentes, sin importar su origen o condición social.
En
esta nueva política y en los instrumentos que se elaborarán para aplicarla
trabajarán por cierto un sinnúmero de expertos, educadores, psicólogos, padres
de familia, pero también queremos escuchar a los niños, niñas y adolescentes.
Para
eso es el diálogo ciudadano que hemos llamado “Yo opino, es mi derecho. Niños,
niñas y adolescentes construimos el país que soñamos”. Un diálogo que estamos a
punto de iniciar en todo el país y también en Magallanes.
“YO
OPINO, ES MI DERECHO” es un encuentro nacional organizado por el Consejo
Nacional de la Infancia, el Ministerio de Educación, la Junta Nacional de
Jardines Infantiles (JUNJI), la Fundación Integra, el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo, Unicef, la Organización de Estados Iberoamericanos y
la Seremi de Gobierno.
Desde
este jueves y hasta el 3 de abril miles de niños, niñas y adolescentes desde
los 4 hasta los 18 años podrán expresar sus opiniones sobre diversas materias
relacionadas a participación, buen trato, inclusión y autonomía progresiva, las
que serán consideradas en la construcción de la nueva política y plan de
acción, que tiene como objetivo garantizar los derechos de la niñez y
adolescencia de Chile.
Esta
es una instancia de participación inédita por su magnitud e impacto, ya que
contribuye al fortalecimiento de la democracia en Chile, al avanzar en la
construcción de una sociedad mejor que incorpora las opiniones de los niños,
niñas y adolescentes.
Pocos
países en el mundo han convocado de esta manera a sus niños y adolescentes para
escuchar sus voces. Se trata de un proceso histórico.
Es
destacable también que esta actividad se realiza en el marco de los 25 años en que Chile
ratificó la Convención de los Derechos del Niño, que se cumplirán el 14 de
agosto, por lo que damos una señal al mundo sobre la importancia de primer
nivel que damos a la opinión de nuestra infancia y adolescencia.
Así
como hacemos con los niños, el gobierno escucha y está atento a la opinión de
todos los sectores para resolver sus problemas y crear herramientas que
permitan un desarrollo integral de nuestra gente.
La
participación de los ciudadanos, de toda edad y cualquiera sea su realidad, es
un pilar fundamental para la gestión del gobierno de la Nueva Mayoría.
La
invitación es a aprovechar cada encuentro con la autoridad, cada dialogo
ciudadano para expresar las opiniones y las propuestas.
Este
es un gobierno que sabe escuchar.
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